A partir de 2018, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) comenzaron una iniciativa llamada la Regla de Vehículos SAFE. La Regla de vehículos más eficientes en combustible y asequible estableció nuevos estándares de ahorro de combustible y emisiones para automóviles y camiones livianos fabricados en 2021-2026.
La regla SAFE Vehicles se estableció en respuesta a los fabricantes de automóviles que luchan por cumplir con los objetivos de economía de combustible, mientras que los consumidores luchan por encontrar nuevos vehículos asequibles. En 2017, todos los principales fabricantes de automóviles, excepto tres, no cumplieron con los estándares de emisiones de gases de efecto invernadero y economía de combustible de la EPA. El resultado son rendimientos decrecientes para los fabricantes de automóviles y los consumidores.
Si se finaliza, la Regla de Vehículos SEGUROS enmendaría la Economía Corporativa Promedio de Combustible (CAFÉ) y los estándares de emisiones. Esta revisión permitiría a más estadounidenses ingresar a vehículos más nuevos que son más seguros y más amigables con el medio ambiente. De hecho, las estimaciones sugieren que la Regla de Vehículos SEGUROS podría:
· Ahorre más de $ 500 mil millones en costos sociales.
· Reducir las muertes en carreteras en 12,700 durante la vida útil de los vehículos hasta 2029.
La Regla de Vehículos SEGUROS aumentaría el consumo general de combustible, pero los beneficios superarían con creces esta preocupación potencial. Además, la calidad del aire mejoraría, especialmente en los corredores de alto tráfico.
A través de una mayor claridad y estándares eficientes, los fabricantes de automóviles pueden ofrecer vehículos más nuevos y seguros a un precio más asequible. Algunas investigaciones sugieren que los precios de los automóviles nuevos son actualmente inaccesibles para los hogares de ingresos medios en todas las áreas metropolitanas de los EE. UU., Con la excepción de Washington, DC Como resultado, cada vez más personas eligen automóviles más antiguos, que inevitablemente son menos eficientes en combustible y tienen menos características de seguridad relevantes.
Establecer un estándar nacional podría ayudar a los fabricantes de automóviles a agilizar su proceso y garantizar que todos los vehículos nuevos cumplan con los estándares de la EPA. También permitiría una supervisión y regulación más clara y consistente. Todos estos son beneficios que llegarán al nivel del consumidor a medida que los vehículos más nuevos y seguros se vuelvan más asequibles y las carreteras congestionadas se contaminen menos.